PLANIFICACIÓN DEL GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE SALTA 2020

EDUCACIÓN

En los países en los que la Educación es una prioridad hay crecimiento económico, mejores índices de salud y movilidad social ascendente.

En nuestro País y en Salta, estamos lejos de ese objetivo. Hoy, uno de cada dos alumnos no terminan la escuela secundaria; uno de cada diez repite el año; cuatro de cada diez tiene sobre-edad.

Esto también se ve reflejado luego en los niveles de educación superior: sólo el 9% de los estudiantes completa sus estudios terciarios y apenas el 4% la universidad.

Los datos de las pruebas PISA y Aprender nos muestran que nuestro País y nuestra Provincia están lejos y muy por debajo de lograr los aprendizajes básicos que la escuela debe garantizar a los estudiantes y sus familias.

El desafío que tenemos es grande. Los resultados de las pruebas muestran que en el nivel primario un 35% de los estudiantes están por debajo de lo que se espera que aprendan. En el secundario las cifras son más preocupantes: en el área de Lengua, más de un 40% no logra un nivel satisfactorio y más de un 70% no lo hace en Matemática.

Nuestra Provincia presenta una diversidad tanto geográfica como de realidades socioeconómicas y culturales que hay que considerar.

La prueba Aprender muestra que los indicadores más bajos de desempeño en las áreas evaluadas se correlacionan con contextos y poblaciones de niveles socioeconómicos más bajos. En esta población, en la de los más vulnerables, es donde tenemos que poner mayor empeño para que puedan salir adelante porque allí se dan con mayor frecuencia  y en mayor cantidad los casos de abandono, repitencia y sobre-edad.

Otra realidad compleja que debemos tener en cuenta es la infraestructura escolar.

  Tenemos casi 1100 edificios educativos, muchos de los cuales son antiguos y tienen problemas estructurales desde hace años como filtración en los techos, baños que no están en condiciones, problemas de agua en el establecimiento, entre tantos otros. Se invirtió en nuevos edificios pero es insuficiente ante tanta necesidad y aumento de la matrícula. 

A esta situación de la infraestructura se suma la falta de personal en muchas de las escuelas, producto del congelamiento de vacantes realizada años atrás, debido a problemas presupuestarios.

Son enormes desafíos a los que nos enfrentamos. A ellos se suma el contexto sanitario y de suspensión de clases por ello.

La complejidad y singularidad que caracterizan a los fenómenos educativos nos exigen abordarlos de manera integral y conjunta, en un marco de previsibilidad que posibilite un desarrollo educativo sostenible en todos sus tipos, niveles y modalidades.

Mi compromiso es recuperar la centralidad de la enseñanza para lograr que los estudiantes que ingresan al sistema egresen con los saberes y las capacidades requeridas para desempeñarse en la sociedad actual.

Muchos de los problemas de la educación, exceden a la escuela y tienen que ver con factores económicos y sociales. Es por eso que para resolverlos, la tarea debe ser abordada por todos los sectores de la sociedad, además de los actores de la comunidad educativa, y cada uno aportará desde su espacio de decisión y responsabilidad. 

Esta es la única manera de  poder implementar las políticas públicas necesarias y consensuadas en un sistema educativo provincial compuesto por casi 1500 unidades educativas, más de 29.000 docentes y una matrícula mayor a 390.000 estudiantes en escuelas públicas, la mayoría de ellos en situación de pobreza.

Frente a esta realidad, nuestro programa educativo se estructura alrededor de dos ejes fundamentales: el primero, trabajar para que los chicos terminen todo el ciclo obligatorio. Además, procurar que puedan acceder luego a ofertas de educación para el trabajo o estudios terciarios o universitarios.

Los programas de apoyo escolar, jornada extendida, Escuelas Abiertas, de terminalidad educativa, deporte escolar, comedores escolares y programa de becas, serán algunas de las herramientas para avanzar en este camino.

No voy a extenderme en cada uno de ellos pero, es necesario señalar que debemos articular muchas acciones con la Nación y con otras instituciones privadas y públicas, especialmente con los municipios, para poder enfrentar la escasez de recursos y ser más eficientes en nuestras políticas socioeducativas.

Hoy contamos sólo con 86 escuelas con jornada extendida. Son muy pocas y tenemos solamente 170 profesionales en los gabinetes de orientación escolar para toda nuestra población de alumnos, una cifra insuficiente. En este trabajo conjunto sin dudas necesitaremos del acompañamiento del Gobierno Nacional a través de mayores fondos.

Es imperioso este esfuerzo para acompañar las trayectorias escolares de los niños, niñas y adolescentes que tengan dificultades en el aprendizaje, a quienes atravesaron o atraviesan situaciones de violencia, maltrato o abuso, y quienes provienen de realidades sociales vulnerables y abandonan los estudios. 

La terminalidad educativa, es otro punto que debemos profundizar. Para aquellos que quedaron al costado del camino, tenemos que brindarles la posibilidad de terminar el secundario y que puedan aprender un oficio.

Está en desarrollo una trayectoria educativa que ofrece terminalidad secundaria y formación profesional para personas mayores de 18 años que no hayan podido completar sus estudios secundarios.

Soy consciente de que la escuela se ha convertido en un agente de apoyo social. En la Provincia contamos con 828 comedores escolares que asisten a casi 180.000 niños y niñas. Para este año se logró incrementar en un 60% la partida para los comedores que son financiados por el Gobierno Nacional y que se encuentran en las zonas vulnerables y la Provincia ya ha aumentado en la misma cifra lo que destina al Plan Provincial de Nutrición y Educación Alimentaria. Además está proyectado sumar nuevos comedores a unas 40 unidades educativas más.

Además del apoyo social, también se continúa con la entrega de kit escolares que terminarán de entregarse en las próximas semanas y va a llegar a unos 250.000 alumnos de toda la Provincia.

Ahora bien, la escuela tiene su centralidad en la enseñanza y no alcanza con que los chicos no dejen el colegio. Lo que se enseñe y aprendan los estudiantes tiene que ser significativo y con sentido para sus vidas.

Aspiramos a lograr una educación que les permita a nuestros jóvenes desenvolverse como ciudadanos activos y críticos, continuar con estudios superiores y/o insertarse en el mundo laboral. 

Para enfrentar los desafíos del presente, deben tener desarrolladas sus capacidades de razonamiento, de pensamiento crítico y reflexivo; su creatividad y capacidad para resolver problemas; para ser ciudadanos libres y responsables y personas comprometidas con la sociedad en la que viven. 

Para esto, es claro el rol central que cumplen nuestros educadores. No hay posibilidad de mejorar nuestra educación sin la participación activa de cada uno de ellos.

Por ello, la jerarquización de la carrera docente es una de nuestras metas fundamentales, en la que ya dimos los primeros pasos. 

La titularización y designación de más de 5.500 docentes, lo que significa estabilidad laboral, así lo demuestran. Vamos a seguir en este camino, asegurando procesos transparentes y realizando titularizaciones anuales. También llevaremos a cabo concursos en distintos cargos.

Tomé la decisión de que el Estado tenga un rol activo en la profesionalización de los docentes, cualquiera sea el cargo en los que se desempeñen, a través de una oferta de formación y capacitación continua, gratuita y de calidad, en articulación y colaboración con el Instituto Nacional de Formación Docente y las Universidades locales.

Estas eran demandas docentes, que nosotros compartimos y buscamos dar una respuesta clara.

También, nos parece imperioso actualizar los marcos normativos que regulan la carrera profesional docente y el funcionamiento de todo el sistema educativo, a fin de hacerlo más equitativo y pertinente a las necesidades de nuestros diversos contextos socioculturales. Dentro de estos cambios, vamos a impulsar el tratamiento y la búsqueda de consensos para contar con un nuevo Estatuto Docente. En esta tarea pretendemos trabajar con los legisladores y con los diversos estamentos del sistema educativo. 

En otro orden de cosas, pretendemos simplificar los procesos administrativos, evitar que los docentes y las autoridades de las unidades educativas tengan que ocupar tanto tiempo en  completar tantos formularios a veces innecesarios.

Es por ello que nos proponemos la descentralización de la atención y la facilitación de los procesos y lo haremos a través de la incorporación de tecnología que evite que el docente del Interior tenga que venir a la Capital para realizarlos. 

El docente debe estar abocado a la enseñanza y cada vez tiene que ocupar menos tiempo en trámites y formularios. No es un tema menor porque tiene su incidencia en los procesos de enseñanza y aprendizaje de nuestros estudiantes y en la mejor atención a nuestros docentes.

Nuestros docentes deben recuperar su poder adquisitivo.

Sabemos que la inflación y la crisis económica han provocado que en estos años lo pierdan todos los trabajadores argentinos. 

En marzo hemos llegado a un acuerdo salarial. En julio nos volveremos a reunir para analizar el camino a seguir para los últimos meses del año. Es un gran esfuerzo que hacemos todos pero sabemos que el mejor dinero invertido es en la educación.

Debemos contar con información válida. Por ello es que nos proponemos fortalecer los procesos de registro sistemático, relevamiento e investigación tanto de las áreas clave del sistema como de las experiencias innovadoras desarrolladas. Todo ello nos servirá para avanzar en los cambios, dentro de los cuales está la redefinición de la secundaria y los cambios en la educación rural, entre otros.

También encararemos, de manera gradual y progresiva, la revisión y actualización las propuestas curriculares de todos los niveles y modalidades del sistema educativo que así lo requieran y fortaleceremos los itinerarios formativos relacionados con las Tecnologías de la Información y la Comunicación, la programación y la robótica, la Educación Sexual Integral, educación vial, cuidado del ambiente, entre otras.

La formación educativa, también debe darle a nuestros niños y adolescentes, herramientas para poder vencer problemáticas que se agravaron en nuestro tiempo: desorden de ansiedad, falta de autoestima, de motivación, de capacidad para lidiar con las frustraciones, o los propios impulsos emocionales. El abordaje y el trabajo con la inteligencia emocional son claves para ayudarlos. El sistema educativo tiene que aportar mucho más que solo transmitir conocimientos, también tiene que educar para la vida, preparando a nuestros jóvenes y niños a construir relaciones saludables.

Hoy, además de sus tareas propias, la escuela tiene que enfrentar nuevas demandas y desafíos como la prevención del consumo de estupefacientes, de situaciones de violencia y el bullying. Vamos a implementar protocolos, talleres y alertas tempranas para luchar contra estos flagelos. 

En mi campaña electoral resalté que sin educación y capacitación no hay trabajo. Quiero que en las escuelas técnicas, los terciarios y también los centros de formación profesional, haya una oferta educativa pertinente y relevante a cada región productiva de la Provincia, con la finalidad de promover el desarrollo socio económico local y el arraigo de los jóvenes, de modo tal que se los prepare efectivamente para la vida laboral, y favorezca su inserción en el mundo del trabajo de hoy y del futuro.

Estamos generando vínculos entre el Ministerio de Educación y organizaciones científico-tecnológicas y socio productivas, para aplicar acciones que permitan promover las practicas profesionalizantes de los alumnos en ambientes reales de trabajo, y adecuar los procesos de enseñanza y de aprendizaje a las demandas emergentes. 

En nuestra Provincia conviven muchas culturas e idiomas y la educación tiene que llegar a todos. En este sentido es que comenzamos a trabajar de manera conjunta con las comunidades originarias, investigadores y especialistas para mejorar su realidad educativa y poner en valor su identidad y cultura. 

Uno de nuestros ejes de trabajo tiene como objeto que cada vez haya más docentes de las comunidades al frente de las aulas, porque sabemos que van a enseñar con el amor, la vocación y el compromiso que esos chicos necesitan. 

Con relación al mantenimiento y tareas de reparación de los establecimientos, firmamos un convenio con el Ministerio de Desarrollo Social de Nación que destinó 1.500 personas, que son parte de planes de empleo, a realizar reparaciones menores de los establecimientos. Así también, el Ministerio de Educación acordó con los intendentes un convenio de colaboración para  la puesta a punto de las escuelas de sus municipios y obras menores de infraestructura.

Previo al inicio de clases se destinaron 40 millones de pesos que fueron administrados por los directivos de los establecimientos para la compra de materiales.

En relación a nuevos edificios, se finalizó la construcción de cinco nuevos establecimientos en Poscaya, Río Blanquito, Paraje Alumbre, La Caldera y en Capital. En ejecución tenemos 11 obras que consisten en ampliaciones de aulas y nuevos edificios, con distintos avances. 

Por otro lado, quisiera informarles que se licitarán tres escuelas secundarias en el paraje el Mollar, paraje La Bendición y en la escuela Nº 5.183 La Curvita. Además, 12 salas de nivel inicial en Molinos,  Cafayate, Rosario de La Frontera, Cachi, Gral. Güemes, Tartagal, Capital y Santa Victoria Este, todas con fondos obtenidos en la Nación.

En este poco tiempo, hemos logrado el aporte del Gobierno Nacional –que agradecemos- de unos $ 440.000.000.

Tenemos edificios antiguos con escaso mantenimiento, necesidad de nuevos edificios para reemplazarlos o para contemplar el aumento de matrícula así como para universalizar la educación inicial. Hay 23 establecimientos que funcionan como escuelas precarias.

Es imperioso priorizar las obras más necesarias cuando se trate el Presupuesto 2020. Existiendo pocos recursos, es esencial que sean destinados a aquellas obras prioritarias en cada región.

Salta destina un gran porcentaje del presupuesto a educación, pero la inversión por alumno es baja debido a que nuestro presupuesto es el de una típica provincia del norte argentino. 

Vamos a trabajar para que se respete la ley que fija un 6% del PBI al sistema educativo y para que las provincias con mayores situaciones de pobreza recibamos más recursos para cubrir esas asimetrías que afectan directamente a los indicadores educativos de repitencia, abandono, sobre-edad.

Tengo la íntima convicción de que los fondos destinados a educación nunca deben considerarse como un gasto sino como una inversión clave para nuestro presente y nuestro futuro.

En esta emergencia que estamos atravesando, las escuelas están cerradas pero nos preocupamos por un lado, en continuar con la alimentación de niños, niñas y jóvenes. Hasta el momento se entregaron más de 100 mil módulos alimentarios en toda la Provincia y garantizamos la provisión de alimentos hasta que los alumnos vuelvan a las escuelas. 

Es menester acompañar la trayectoria escolar de los estudiantes mediante diferentes dispositivos que brindan herramientas tecnológicas y pedagógicas a los docentes. La Provincia cuenta con una plataforma digital en la que se incluye la plataforma digital de la Nación. 

Para aquellas familias y poblaciones que no tengan conectividad, se distribuirá una cartilla impresa para continuar con sus aprendizajes que son enviadas por el Gobierno nacional.

También se realizarán programas de radio y para quienes reciben las señales nacionales, se ofrecerán programas de televisión en los canales estatales.

El propósito es acompañar a las familias que están a travesando un tiempo arduo, facilitándoles diferentes formas para que sus hijos estén conectados con los saberes escolares, sus docentes y sus compañeros. 

No se busca agobiarlas, por lo que, en esta etapa, no habrá evaluaciones con fines de acreditación.